Consultoría especializada en protección contra incendios para sistemas fotovoltaicos

Proteja su inversión millonaria en energía limpia. La consultoría especializada en protección contra incendios para sistemas fotovoltaicos es su garantía de seguridad y rentabilidad.

¿Qué es la consultoría especializada en protección contra incendios para sistemas fotovoltaicos?

Es un servicio de ingeniería de riesgos altamente especializado, enfocado en identificar, analizar y mitigar los riesgos de incendio únicos de los parques solares y sistemas de almacenamiento de energía. El concepto erróneo más peligroso es tratar un parque solar como un edificio convencional. La realidad es que la tecnología de paneles solares y, sobre todo, los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS), presentan desafíos de incendio completamente nuevos que requieren un conocimiento profundo y específico que va más allá de la protección contra incendios tradicional.

El resultado soñado es la certeza absoluta de que su inversión está protegida por una estrategia de seguridad robusta y optimizada. Es tener la confianza para presentar su proyecto a inversores y aseguradoras, demostrando que ha realizado un due diligence de proyecto exhaustivo y que cumple con las normativas más exigentes, como la NFPA 855. Es transformar el riesgo de un evento catastrófico en un riesgo gestionado y asegurable, garantizando la viabilidad a largo plazo del proyecto y la continuidad de la generación de energía.

¿Por qué la normativa NFPA 855 es clave para sistemas BESS?

La normativa NFPA 855, “Norma para la Instalación de Sistemas de Almacenamiento de Energía Estacionarios”, se ha convertido en el estándar de oro y el documento de referencia indispensable para cualquier proyecto que incluya almacenamiento de energía en baterías (BESS). Para una gerente de proyectos, cumplir con esta norma no es una opción, es un requisito fundamental exigido por las autoridades, los cuerpos de bomberos y, de manera crucial, por las compañías de seguros para proyectos energéticos. La NFPA 855 establece los requisitos mínimos para la seguridad de estos sistemas, abordando los riesgos de fuga térmica (thermal runaway), incendios y explosiones.

El estándar es extremadamente detallado. Especifica requerimientos sobre la separación entre bancos de baterías, los sistemas de ventilación y control de temperatura, y, lo más importante, los sistemas de detección y supresión de incendios requeridos. Una consultoría especializada se basa en esta norma para realizar una evaluación de riesgos exhaustiva. Analiza el diseño de su sistema BESS y asegura que cada aspecto, desde la construcción del contenedor hasta el sistema de supresión (a menudo con agentes limpios), cumpla o exceda los requisitos de la NFPA 855, garantizando así la seguridad y la asegurabilidad del proyecto.

El due diligence de proyectos y la evaluación de riesgos de incendio

En la fase de desarrollo y financiación de un proyecto de energías renovables, el due diligence de proyectos es un proceso crítico. Los inversores y las aseguradoras quieren ver que todos los riesgos han sido identificados y mitigados adecuadamente. El riesgo de incendio en un parque solar es uno de los principales focos de este análisis. Una consultoría especializada en protección contra incendios juega un papel fundamental en este due diligence, realizando una evaluación de riesgos de incendio formal y documentada.

Este análisis va más allá de los componentes eléctricos. Evalúa riesgos externos, como la proximidad a vegetación seca que pueda causar un incendio forestal, y riesgos internos, como el sobrecalentamiento de inversores o las fallas en las baterías. El resultado es un informe detallado que no solo identifica los riesgos, sino que también recomienda soluciones de ingeniería específicas para mitigarlos. Presentar este informe de un consultor externo e independiente a los stakeholders del proyecto demuestra un nivel de diligencia profesional que genera confianza y facilita enormemente el proceso de cierre financiero y la obtención de pólizas de seguro a precios competitivos.

Tecnología de paneles solares y sus implicaciones de seguridad

La tecnología de paneles solares ha avanzado enormemente, pero sigue presentando desafíos únicos en caso de incendio. El principal problema es que, mientras haya luz solar, un panel fotovoltaico está generando electricidad. No se pueden “apagar” con un interruptor. Esto crea un riesgo de electrocución constante para los bomberos que intentan extinguir un incendio en el parque. Una consultoría especializada analiza el diseño del parque (layout) y recomienda estrategias para mitigar este riesgo, como la inclusión de pasillos de acceso claros para los vehículos de emergencia y la instalación de seccionadores de corriente continua (DC disconnects) en lugares estratégicos.

Además, la consultoría evalúa los materiales de los propios paneles y sus montajes para asegurar que cumplan con las clasificaciones de resistencia al fuego adecuadas. También se analizan los inversores y las cajas de conexión, que son puntos comunes de inicio de incendios eléctricos. El objetivo es diseñar un sistema que no solo sea eficiente en la generación de energía, sino también intrínsecamente seguro, facilitando una intervención segura por parte de los equipos de emergencia y minimizando la propagación de un posible incendio dentro del parque.

Preguntas frecuentes

Una instalación fotovoltaica, especialmente a gran escala, debe llevar múltiples capas de protección que cubren tanto los riesgos eléctricos como los de incendio. En el lado eléctrico, las protecciones son fundamentales. Se deben incluir fusibles o interruptores automáticos en los circuitos de corriente continua (DC) y alterna (AC), dispositivos de protección contra sobretensiones (DPS) para proteger los equipos de picos de voltaje causados por rayos, y un sistema de puesta a tierra robusto y bien diseñado para proteger contra fallas a tierra y garantizar la seguridad del personal. Estas protecciones son la primera línea de defensa contra el inicio de un incendio de origen eléctrico.

En cuanto a la protección contra incendios, además de las buenas prácticas de diseño para minimizar la propagación, se requieren sistemas activos. Esto incluye la instalación de detectores de humo y/o calor en los cuartos de inversores y en los contenedores de baterías. Para los sistemas de almacenamiento de energía (BESS), es obligatorio un sistema de supresión de incendios automático, que generalmente utiliza agentes limpios para extinguir el fuego sin dañar los equipos. Finalmente, se deben disponer extintores portátiles del tipo adecuado en ubicaciones estratégicas para una primera respuesta manual. Una consultoría experta se asegura de que todas estas capas de protección estén correctamente diseñadas e integradas.

El tipo de extintor que debe emplearse en una instalación fotovoltaica debe ser adecuado para los dos tipos de fuego más probables: Clase A (materiales combustibles sólidos como plástico o vegetación seca) y Clase C (equipos eléctricos energizados). Por lo tanto, un extintor de polvo químico seco tipo ABC es una opción muy común y versátil, ya que es eficaz contra fuegos de Clase A, B (líquidos inflamables) y C. Es importante colocar estos extintores en puntos de fácil acceso, como cerca de los inversores o en los perímetros del parque solar.

Sin embargo, para áreas con equipos electrónicos extremadamente sensibles, como los cuartos de control o los contenedores de baterías, la mejor opción es un extintor de agente limpio, como los de CO2 (Dióxido de Carbono) o Halotrón. A diferencia del polvo químico, estos agentes gaseosos no dejan residuos, lo que significa que no causarán daños colaterales a los delicados componentes electrónicos. Un extintor de CO2 es excelente para fuegos de Clase B y C. Una estrategia de protección bien diseñada utilizará una combinación de ambos tipos de extintores, ubicados según el riesgo específico de cada área.

Apagar un incendio en placas solares es una tarea de alto riesgo que debe ser realizada exclusivamente por bomberos profesionales y capacitados, debido al peligro constante de electrocución. La regla número uno es que, mientras haya luz (incluso en un día nublado), los paneles siguen generando corriente continua (DC) de alto voltaje. Intentar apagar el fuego con agua desde una manguera común podría crear un arco eléctrico mortal. Los bomberos utilizan técnicas y equipos especializados, como chorros de agua en forma de niebla a una distancia segura o, idealmente, agentes extintores no conductores.

El primer paso que toman los bomberos es, si es posible, “apagar” el sistema utilizando los seccionadores de emergencia de corriente continua y alterna. Sin embargo, esto no detiene la generación de electricidad en los propios paneles. Por esta razón, una consultoría de seguridad es tan importante en la fase de diseño. Un consultor se asegura de que el parque solar tenga pasillos de acceso adecuados, señalización de riesgo eléctrico clara y seccionadores de emergencia bien ubicados y accesibles, para facilitar una intervención segura y eficaz por parte de los servicios de emergencia.

La diferencia fundamental entre un extintor de CO2 y un extintor ABC radica en el agente extintor que utilizan y, por lo tanto, en los tipos de fuego para los que son eficaces. Un extintor ABC contiene un polvo químico seco (generalmente fosfato monoamónico) que es muy versátil. Es eficaz contra fuegos de Clase A (combustibles sólidos como madera o plástico), Clase B (líquidos inflamables como gasolina) y Clase C (equipos eléctricos energizados). La gran desventaja es que el polvo es corrosivo y deja un residuo muy difícil de limpiar, que puede dañar equipos electrónicos sensibles.

Un extintor de CO2 (Dióxido de Carbono), por otro lado, es un agente limpio. Contiene dióxido de carbono en estado líquido a alta presión, que se descarga como un gas muy frío. Funciona desplazando el oxígeno y enfriando el fuego. Es muy eficaz para fuegos de Clase B y Clase C. Su principal ventaja es que no deja ningún residuo, por lo que es la opción ideal para proteger equipos electrónicos delicados. Sin embargo, no es muy eficaz contra fuegos de Clase A, ya que estos pueden volver a encenderse una vez que el CO2 se disipa.

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