Supresión con agentes limpios

Sus activos más valiosos no pueden mojarse. La supresión con agentes limpios es la tecnología que extingue el fuego sin dejar rastro ni daño.

¿Qué es la supresión con agentes limpios?

Para una gerente de un centro de datos o un museo, la supresión con agentes limpios es un sistema de extinción de incendios diseñado específicamente para proteger activos de alto valor que serían destruidos por el agua de los rociadores tradicionales. El concepto erróneo es pensar que todos los sistemas contra incendios son iguales. La realidad es que un sistema a base de agua, si bien apaga el fuego, destruiría por completo los servidores, los equipos de laboratorio o los documentos históricos. Los agentes limpios son gases que extinguen el fuego rápidamente sin dejar ningún residuo.

El resultado soñado es la máxima protección con cero daños colaterales. Es la certeza de que, si ocurre un incendio incipiente en su sala de servidores, el sistema lo extinguirá en segundos sin dañar un solo disco duro, garantizando la continuidad de negocio (BCP). Es saber que una obra de arte o un archivo irremplazable está protegido sin el riesgo de ser arruinado por el agua. Esta tecnología no solo apaga el fuego, sino que protege la operación, la información y el patrimonio, siendo el pilar de cualquier plan de recuperación ante desastres (DRP).

¿Por qué la normativa NFPA 2001 es crucial para su centro de datos?

La normativa NFPA 2001 es el estándar que rige el diseño, la instalación, el mantenimiento y la seguridad de todos los sistemas de extinción de incendios por agentes limpios. Para una gerente responsable de la tecnología para data centers, cumplir con esta norma no es una opción, es una obligación dictada por las mejores prácticas de la industria, las compañías de seguros y las certificaciones de entidades como el Uptime Institute. Este estándar garantiza que el sistema no solo sea eficaz para apagar el fuego, sino también seguro para el personal que pueda estar en la sala durante una descarga.

La NFPA 2001 especifica detalles técnicos críticos, como la concentración exacta de gas necesaria para extinguir diferentes tipos de fuegos, el tiempo máximo de descarga (generalmente 10 segundos), y la necesidad de pruebas de integridad del recinto (Door Fan Test) para asegurar que la sala pueda retener el gas durante el tiempo suficiente para que actúe. Contar con un proveedor certificado que diseñe e instale su sistema siguiendo rigurosamente la NFPA 2001 es la única manera de garantizar un sistema fiable, seguro y que cumpla con los más altos estándares de protección para sus equipos electrónicos sensibles.

¿Cómo un agente limpio protege la continuidad de negocio BCP?

Para un centro de datos, un laboratorio o cualquier instalación con equipos electrónicos críticos, un minuto de inactividad puede significar pérdidas millonarias. La continuidad de negocio (BCP) es el objetivo supremo. Los sistemas de supresión con agentes limpios son una pieza fundamental de cualquier BCP. Su principal ventaja es la velocidad. Al ser activados por un sistema de detección temprana (a menudo de tipo VESDA, que detecta partículas de humo invisibles), el agente se descarga y extingue el fuego en menos de un minuto, a menudo antes de que las llamas lleguen a dañar los equipos.

La segunda ventaja, y la más importante, es que son eléctricamente no conductores y no dejan residuos. Una vez extinguido el fuego y ventilada la sala, las operaciones pueden reanudarse casi de inmediato. No hay que secar equipos, limpiar residuos corrosivos ni reemplazar hardware que no fue afectado por el fuego. Esto contrasta dramáticamente con el agua, cuyo daño y tiempo de limpieza dejarían la operación fuera de línea por semanas o meses. El agente limpio es la única tecnología que permite cumplir con los estrictos objetivos de tiempo de recuperación (RTO) de un plan de recuperación ante desastres (DRP).

La sinergia entre la supresión de incendios y la ciberseguridad

A menudo, la seguridad física y la ciberseguridad se gestionan como silos separados, pero en un centro de datos, están intrínsecamente conectadas. Un incendio, incluso uno pequeño, es una amenaza de ciberseguridad catastrófica. Puede destruir los servidores que almacenan sus datos, los equipos de red que los conectan y los sistemas de respaldo. Un evento físico puede causar una pérdida de datos total e irrecuperable. Por lo tanto, un sistema de supresión de incendios robusto es una de las capas más fundamentales de su estrategia de ciberseguridad.

La elección del sistema de supresión tiene implicaciones directas. Un sistema de rociadores, al destruir los equipos, es tan devastador como un ataque de ransomware que encripta todos sus archivos. Un sistema de supresión con agente limpio, al extinguir el fuego sin dañar el hardware, es el equivalente a un antivirus que neutraliza la amenaza antes de que cause daño. Proteger la integridad física de sus equipos electrónicos sensibles con la tecnología correcta es un prerrequisito indispensable para poder garantizar la disponibilidad y la integridad de sus datos, que son los pilares de la ciberseguridad.

Protección de patrimonio irremplazable en museos y archivos

Para la gerente de un museo, un archivo histórico o una biblioteca, la misión es la protección de patrimonio cultural que es, por definición, irremplazable. En este contexto, el uso de rociadores de agua es impensable. El agua causaría un daño tan o más grave que el propio fuego a manuscritos antiguos, obras de arte o artefactos históricos. La supresión con agentes limpios es la única tecnología viable para proteger estos espacios. El gas inunda la sala, extingue el fuego al reducir la concentración de oxígeno o al absorber el calor, y luego se ventila sin dejar el más mínimo rastro químico ni causar ningún daño a los materiales delicados.

La selección del agente limpio correcto y el diseño del sistema son cruciales. Se debe garantizar que la descarga no cause un choque de presión que pueda dañar objetos frágiles. La normativa NFPA 2001 proporciona las guías de ingeniería para un diseño seguro. Contar con un proveedor con experiencia certificada en la protección de este tipo de recintos especiales es fundamental. Es la única manera de asegurar que la tecnología de protección no se convierta en una amenaza en sí misma, garantizando la preservación a largo plazo del patrimonio cultural.

Preguntas frecuentes

Los sistemas de supresión de incendios con agente limpio son sistemas de extinción automáticos que utilizan un agente gaseoso en lugar de agua o productos químicos secos. Están diseñados para ser utilizados en espacios que albergan activos de alto valor que podrían ser destruidos por los métodos de extinción tradicionales. Su característica principal, que les da el nombre de “limpios”, es que extinguen el fuego como un gas y luego se evaporan por completo, sin dejar ningún tipo de residuo aceitoso, polvoriento o húmedo. Esto los hace completamente seguros para los equipos electrónicos sensibles y los artefactos irremplazables.

El sistema consiste en un conjunto de cilindros que almacenan el agente limpio bajo presión, una red de tuberías y una serie de boquillas de descarga diseñadas para distribuir el gas de manera uniforme en el espacio protegido. El sistema es activado por un sistema de detección de incendios automático muy sensible. Una vez activado, inunda el recinto con el gas en cuestión de segundos, extinguiendo el fuego rápidamente y de forma segura, garantizando así la continuidad de negocio con un tiempo de inactividad mínimo, algo que sería imposible con un sistema a base de agua.

La extinción por agente limpio es el proceso químico y físico mediante el cual un agente gaseoso apaga un incendio. Este proceso funciona principalmente de dos maneras, dependiendo del tipo de agente. La primera es la reducción de la concentración de oxígeno. Agentes como los gases inertes (Inergen, Argonite) se descargan en la sala y desplazan el oxígeno hasta un nivel (generalmente por debajo del 15%) en el que la combustión ya no es posible, pero que sigue siendo seguro para que las personas respiren durante un corto período de tiempo para evacuar. Es como sofocar el fuego a nivel molecular.

La segunda forma es la absorción de calor. Agentes como los halocarbonados (Novec 1230, FM-200) extinguen el fuego al interferir químicamente con la reacción de combustión y, principalmente, al absorber el calor del fuego a una velocidad mucho mayor de la que este puede generar. Esto “enfría” el fuego a nivel molecular hasta que la reacción en cadena se detiene. Ambos métodos son extremadamente rápidos y eficaces, y se eligen en función de las características del recinto y de los activos a proteger. El resultado es una extinción rápida sin daños colaterales.

Esta es una pregunta que a menudo causa confusión. “Agente limpio” es la categoría general de agentes de extinción gaseosos que no dejan residuos. FM-200 es el nombre comercial de un tipo específico de agente limpio. Es como preguntar cuál es la diferencia entre “coche” y “Toyota”. FM-200 (cuyo nombre químico es HFC-227ea) es un agente limpio de la familia de los halocarbonados. Durante muchos años fue el agente limpio más popular y utilizado en el mundo para la protección de centros de datos y otros riesgos especiales. Es muy eficaz, rápido y seguro para las personas.

Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevas alternativas con un perfil medioambiental mejor. El principal competidor del FM-200 es el Novec 1230, otro agente limpio halocarbonado que tiene un potencial de calentamiento global mucho menor. Por lo tanto, FM-200 no es diferente de un agente limpio; *es* un agente limpio. La pregunta más relevante hoy en día para una gerente de un centro de datos sería comparar las ventajas y desventajas entre diferentes tipos de agentes limpios, como el FM-200, el Novec 1230 y los gases inertes.

El contenido de un agente limpio depende de su tipo. Existen dos grandes familias. La primera son los gases inertes. Estos agentes están compuestos por gases que se encuentran de forma natural en la atmósfera. El más conocido es el Inergen*, que es una mezcla de nitrógeno, argón y una pequeña cantidad de dióxido de carbono. Otros, como el Argonite, son una mezcla de nitrógeno y argón. Estos agentes no son sintéticos y tienen un impacto ambiental nulo. Funcionan reduciendo la concentración de oxígeno en la sala para sofocar el fuego. Son completamente seguros para los equipos y para las personas.

La segunda familia son los agentes halocarbonados, que son compuestos químicos sintéticos. Los más conocidos son el FM-200 (Heptafluoropropano) y el Novec 1230 (una fluorocetona). Estos agentes se almacenan como líquidos y se descargan como un gas. Funcionan principalmente absorbiendo el calor del fuego a nivel molecular. Son extremadamente eficaces y requieren menos espacio de almacenamiento que los gases inertes. La elección entre un tipo u otro depende de factores como el espacio disponible para los cilindros, el costo y las políticas medioambientales de la empresa.

Un extintor de agente limpio es un extintor de incendios portátil que utiliza un agente extintor que no conduce la electricidad y no deja residuos después de su uso. Son la opción ideal para la protección de primera línea en áreas con equipos electrónicos sensibles, como salas de servidores, laboratorios, o cerca de paneles de control delicados. Si se produce un pequeño incendio en un rack de servidores, usar un extintor de polvo químico seco (PQS) apagaría el fuego, pero el polvo corrosivo destruiría todos los equipos electrónicos circundantes. Un extintor de agente limpio apaga el fuego sin causar ningún daño colateral.

Los agentes más comunes utilizados en estos extintores son el Halotrón o el FE-36 (HFC-236fa). Al igual que sus contrapartes de sistemas fijos, estos agentes extinguen el fuego interrumpiendo la reacción química de la combustión y enfriando el combustible. Para una gerente de un centro de datos, tener extintores de agente limpio estratégicamente ubicados es una parte fundamental de la primera respuesta a incidentes, permitiendo al personal capacitado extinguir un fuego incipiente de forma segura y sin causar un desastre mayor en los equipos.

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